miércoles, 5 de septiembre de 2018

Nuevos Centros 2018



Esta temporada empiezo clases de Taichí y Chikung en el nuevo Centro La Torre de la Sagrera. 
Por fin se han acabado las obras de remodelación, ampliación y rehabilitación de este hermoso edificio situado en el Puente del Trabajo. He pasado miles de veces por delante, ya que me pilla de paso entre unas clases a otras, y por fin, al verlo abierto me decidí a entrar a echar un vistazo. Ha quedado espectacular, con salas amplias y llenas de luz natural, bien acondicionadas. Se respira buen Chi. Así que me ofrecí para dar clases y Tachan! "estaban esperándome".


Os invito a todos a venir a ver el espacio, y sobre todo a iniciaros, si no lo habéis hecho aun, en estas bellas artes orientales, Tai-Chi y Chi-kung.

Las clases serán matutinas, los miércoles de 10:00 a 11:30 y de 11:30 a 13:00. Elige el horario que más te convenga. Empezaremos por nivel iniciación, y a medida que vayamos practicando a la larga se convertirán en dos niveles, iniciación e intermedio y/o avanzado (eso depende de vosotros/as).

Os espero! 

Mas información

www.torrelasagrera.org
Torre de la Sagrera

martes, 4 de septiembre de 2018

Bienvenido Otoño

Buenos días,

Espero que hayáis pasado unas felices vacaciones y volváis cargados/as de energía renovada para empezar la nueva temporada de Tai-Chi y Chi-kung.

Aun no ha llegado pero ya se perciben sustancialmente los cambios en el tiempo, el aire se refresca, cambia la luz y el calor sofocante del verano parece que se retira, o hace amagos de ello.

Agradezco las estaciones. Siempre lo explico, parezco la mujer del tiempo, pero es que somos parte del ciclo, y no sus víctimas, porque sí, hay personas que parecen "víctimas" del tiempo, y/o de sí mismas. Huyen y escapan despavoridas, pueden llegar a sentirse "perseguidas" por la ola de calor o por rayos y truenos! (estoy en modo broma..), pero lo cierto es que, si no aceptamos los cambios externos, algo tan liviano a priori como es el tiempo (y recuerdo que no estamos en Alaska) no quiero ni pensar en qué medida estamos preparados para aceptar los cambios internos. Porque no es ninguna flipada, nosotros también cambiamos en otoño, al igual que lo hacemos en primavera. Es el primer principio Budista, principio de Impermanencia, nada permanece, todo y todos estamos sujetos al cambio, constantemente, sin interrupción. No importa cuántas veces te hayas dicho excusándote por alguna reacción o pensamiento "Es que Yo soy así!" JA! te guste o no, más rápido o más lento, te estás transformando continuamente. Frases o pensamientos así que todos hemos dicho o pensado alguna vez sin prestar verdadera atención, son exactamente el tipo de pensamientos que pueden "asfixiarte" más que la peor ola de calor del verano. Son pequeños detalles, incluso en el lenguaje, que pueden provocar verdaderos desastres emocionales, de ahí cuidar las palabras, sobre todo las que nos decimos a nosotros mismos, con eso bastará, los demás se verán inmediatamente beneficiados de vuestra bondad y auto respeto. Abrir la mente, y "entregarse" al tiempo, es lo mínimo, a la tristeza, a la nostalgia, a la soledad (en otoño no se por qué esta sensación se arraiga más, será porque es un proceso completamente solitario el que emprendemos, seamos o no conscientes de ello). Dejar de provocarnos conflicto interno, por tonterías, y empezar a Aceptar las cosas como son.
En uno de los Retiros de budismo que hice en el pasado, aprendí algo tan sencillo y tan práctico, que parece una nimiedad, pero no lo es. Nos dijo el Maestro algo así como "mientras meditáis, tanto si os va bien o mal, no hacéis daño a nadie". En ese momento pensé que era obvio, pero lo cierto es que ese "nadie" no eran los otros, sino uno mismo. Por eso entendí que lo verdaderamente importante no es hacer el bien al otro, sino, no hacernos mal a nosotros. Parece mentira el tiempo que pasamos autoexigiéndonos, juzgándonos y culpándonos, tanto a nosotros mismos, los más honestos, como a los demás, un efecto espejo, el caso es que pocas veces somos conscientes de ese digamos "auto maltrato". 
Primer paso siempre hacia adelante, en la vida, en cualquier actividad que emprendamos, Reconocernos, segundo Aceptarnos, tercero Entregarnos.

En el Reconocimiento y la Aceptación hay tanto Amor, sí, amor con A. Ese es el Amor incondicional, el que viene del proceso de reconocimiento y aceptación, el que se entrega de verdad.

Dicho esto,

¿Y qué si en Otoño me siento un poco más confusa, inquieta, nostálgica...? no passa res...estamos procesando el cambio, y eso es bueno, aprender a aceptarlo sin más, aprovechar para reconocernos en esa nueva fase del ciclo introspectivo en el que entramos ahora, fase yin, mirar hacia adentro, aquietar y calmar la mente, vernos y transformarnos. Como en el Tai-chi, fluir y experimentar la continuidad, sin interrupción. Llevar la mirada hacia adentro y guardar los folletos de playas idílicas en lugares de ensueño donde nos gustaría viajar el año que viene, para centrarnos en el aquí y ahora, en emprender este otro tipo de viaje, el viaje interno. 
¿Y si resulta que el lugar más hermoso, relajante y reconfortante está dentro de ti? Se ha comprobado que la capacidad de imaginar y percibir nuestros pensamientos, genera sensaciones reales en nuestro cuerpo físico, así que para facilitar la vuelta a la rutina, combatir la nostalgia o la melancolía natural en esta estación del año, y retomar la práctica del Tai-Chi y el Chi-Kung, me propongo y os propongo, cerrar los ojos en cada inicio de clase, y evocar ese espacio (real o ficticio) donde visualizarnos y percibir con todos nuestros sentidos, todas las sensaciones que se producen durante esa visualización. Así, poc a poc, devolveremos la atención a casa, al cuerpo, gradualmente y con una sonrisa. 

Mi vuelta a las clases ha sido algo así, pero sin proponérmelo. De forma natural me sentía ingrávida, como bajo el mar, veía azul y peces, escuchaba mi respiración también, y observaba, sólo eso, observar sin juicio, sin opinión, lo que parecían ser peces sin rumbo, era mi mente, sin adherirse a nada, flotando, en paz, en quietud.

Que bueno es volver a casa!
Bienvenido Otoño!
Bienvenidos todos!