miércoles, 18 de abril de 2018

Energía compensada

Sábado 14 de Abril, Via ferrata La Morera del Montsant


Nuevo reto superado!

Lo que he aprendido y corroborado una vez más, es que puedo hacer más cosas de las que creo.
Me han dicho muchas cosas, como por ejemplo que qué valiente soy, que si soy una campeona etc..lo que no saben las personas que me lo dicen, es la sensación de "miedo" e "incertidumbre" que me inunda días antes de "lanzarme" a la aventura. Cuando me propongo algo, intento llevarlo a término, sea lo que sea, no me gusta hacer las cosas a medias. También siento un enorme respeto hacia lo que me planteo, me rindo, me entrego, sin resistencia. Para mi ser valiente tiene mucho que ver con "rendirse", es entregarse, con cierto grado de fe ciega, a lo que sea.

Reflexionando sobre qué o para qué me propongo estos nuevos retos llego a una conclusión. Es una necesidad energética de soñar, de elevarme (y no por encima de las nubes) sino por encima de mi misma, de mis propios límites. También pienso en por qué no habré empezado antes, con más juventud quiero decir, y creo que es porque tocaba ahora, ahora que creo que no puedo, es cuando surge la pregunta...y si...?
Dicen que tus miedos son tu brújula...tu norte, hacia donde debes dirigirte.
Pues me están asaltando todos ahora!

También pienso que esto es sólo una anécdota, no es para darle más vueltas, cuántas mujeres hacen deportes de aventura, maratones y proezas mucho mayores, soy plenamente consciente de ello, y admiro a esas personas. Lo que a mi me gusta es reflexionar y profundizar sobre el potencial de la mente, que es quien hace el click para empoderarte a hacer algo.

¿Cómo he llegado a esto si ni siquiera lo tenía previsto? Hablo del espíritu inquieto que se remueve dentro de mi, que empieza a soñar a lo grande desde hace un tiempo. Tengo ganas de viajar por todo el mundo, sumergirme entre corales (sueño con ello) , recorrer la selva amazónica, escalar volcanes y un sinfín de cosas más.¿ Por qué ahora? 

No quiero "culpar" a nadie, pero creo que la práctica del Tai-Chi y Chi-Kung tiene algo que ver con ello. Este bello arte que practico y enseño a diario, es un arte de Tierra, me explico, es un arte que lleva la mente hacia dentro, tus sentidos y tu cuerpo se concentran, te enraizas a la tierra, la mente se vacía para dejar paso a un estado de quietud y calma mental, el cuerpo se vuelve pesado y el espíritu se serena.
 Y como todo en la vida busca incesantemente su equilibrio, esa energía acumulada de quietud y calma busca ahora su opuesto, permitiéndome soñar, elevando la energía mental sin limitaciones, sin miedos. Es como una fuerza mental inconsciente que te empuja a soñar, a seguir los pasos del corazón. Esa conexión, cuerpo-mente-corazón es la que me  impulsa. 

Victor kuppers, uno de mis coaches preferidos por su sencillez y espontaneidad, habla de las corazonadas. Dice que las personas que aciertan más en sus decisiones son las que sienten el palpitar del corazón físicamente al elegir una opción, y suele ser la acertada. Yo no sabía que esto de las corazonadas tenía base biológica, pero parece ser que si. El caso es que eso me ocurre a mi exactamente, se me disparan los latidos del corazón cuando pienso en los retos que me esperan, los sueños por realizar, las personas y lugares por conocer, es una mezcla de alegría y algo de miedo también. Así que ya tiene nombre mi "dolencia", tengo corazonadas!

La siguiente pregunta que me hago es: ¿Y mi cuerpo, podrá seguir los pasos que le marca el corazón? 
Donde va la mente y el corazón de la mano, se planta el cuerpo, así, sin más, paso a paso. Cada montaña, cada viaje, cada nuevo reto empieza con un simple paso, no importa el destino, sólo la motivación de ese primer paso, hacia donde tu quieras.



Los pasos del Tai-Chi parecen lentos e inofensivos, son pasos dados con el alma, que va curtiéndose, preparándose para cuando llegue el momento, cualquier desafío, puede ser abordado si se hace con el alma, con corazón y respeto.

Se asocia a veces erróneamente a los practicantes de Tai-Chi como "seres" un poco apáticos o desganados, nada más lejos de la realidad. Mi experiencia con alumnos de todas las edades corrobora que muchos de ellos y ellas, tienen por dentro un gran mundo interior bullendo, muchos están involucrados en causas nobles, otras expresan su chi con retos inauditos, y otros simplemente tienen unos valores y principios encomiables.

Así que feliz estoy de poder tratar con personas de esta talla o perfil, no podría haber elegido mejor ambiente de trabajo. Aún recuerdo el palpitar de mi corazón al darme cuenta, de que estaba finalmente ganándome la vida con la enseñanza del Tai-Chi! no me lo podía creer, y aún hoy a veces me abruma haber tenido esta suerte...o quizá fue la mejor corazonada de mi vida.

En resumen, la energía que se genera en este arte, es lenta, es pesada, es de tierra, pero no nos confundamos, ya que esa energía. cuanto más profunda e intensa sea, con más fuerza va a buscar su compensación, y vete tu a saber por dónde sale!!! Ya me contaréis!

Un fuerte abrazo y gracias por estar ahí!

Alicia